¿Los compromisos y las responsabilidades te abruman?


En el día a día nos vamos llenando de responsabilidades y muchas actividades a realizar.  A veces nos parece difícil cumplir con todos los compromisos, incluso nos podemos sentir abrumados por ellos. Sin embargo, ¿realmente estamos claros acerca de cuál es nuestro propósito de vida?. ¿Sabemos cómo estos compromisos y responsabilidades encajan en nuestra vida?

Así como las empresas u organizaciones dedican tiempo a revisar su misión, su visión y sus objetivos estratégicos, nosotros, como individuos, también podemos revisar nuestro propósito de vida y definir metas concretas. Lo más relevante de este ejercicio no es solo definir qué vamos a hacer, sino también identificar qué vamos a dejar de hacer.


Aunque parezca complicado, nos dará mucha tranquilidad y foco definir cuál es nuestro propósito de vida. Tal vez sea muy amplio, general y ambicioso definir nuestro propósito de vida, pero al menos podemos hacer el esfuerzo para definir el propósito en un periodo corto, por ejemplo en un año. De esta manera,  podremos canalizar nuestra energía en lo que consideramos importante y transcendental en nuestra vida. En consecuencia, todo lo que hagamos tendrá sentido para nosotros y será muy fácil hacer.

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Cómo lograr tus metas este año?



Ahora, cuando está empezando un nuevo año, es un momento ideal para revisar las metas personales y replantearse nuevos propósitos de vida. ¿Recuerdas las metas que te planteaste el año pasado? ¿Las lograste? ¿Cuáles lograste y cuáles no? ¿Qué hiciste para lograrlas?

Los siguientes tips te ayudarán a mejorar el logro de tus metas de este ano:
  • ·       Realiza un listado de metas que deseas obtener.
  • ·       Clasifica ese listado en los siguientes aspectos: ser, hacer o tener.
  • ·       Evalúa si están balanceados los deseos en cada aspecto.
  • ·       Revisa las razones de fondo de por qué deseas lograr esa meta.
  • ·       Eliminar o reformula tus metas hasta que te sientas conforme contigo mismo.
  • ·       Detalla las actividades que realizaras en los próximos 10 días que te ayudaran al logro de estas metas.
  • ·       Revisa los avances en tus metas en 15 días y replantearte nuevas actividades.
Todas las metas que te puedas plantear las puedes lograr, tan sólo necesitas resolver cómo.

“Las personas con objetivos tienen éxito, porque saben a dónde van. Es tan simple como eso” Earl Nightingale 

Por Priscila Villanueva

No me malinterpretes


A veces cuando tenemos una conversación con otra persona no entendemos por qué la otra persona reacciona de una forma no esperada que incluso nos puede llevar a resultados no deseados, como la pérdida de la confianza, el alejamiento de un familiar, la pérdida de amistades, etcétera.
Lo interesante de este tema de la comunicación es que nosotros somos los responsables de cómo conversamos y debemos asumir las consecuencia de los resultados, por esta razón, es importante hacer la distinción entre lo que estamos hablando y el impacto que puede producir en otras personas lo que decimos. Al comprender estas distinciones básicas que nos brinda la ontología de lenguaje podemos identificar la raíz de la mayoría de nuestros conflictos a nivel de relaciones interpersonales. Estas distinciones son las afirmaciones y los juicios.
Las afirmaciones son el acto lingüístico que tiene la función de describir mundos, estas no son discutibles, por el contrario, son comprobables y observables, no existe cabida a la discusión, por ejemplo: “llegaste al trabajo a las 10:30 am y viniste vestido con blue jean y camisa blanca”. La frase anterior no es refutable, ya que puede ser comprobada por observación y no tiene ninguna carga valorativa, simplemente se describe una situación.
Por otro lado, tenemos el acto lingüístico de los juicios, que son declaraciones que sí tienen una carga valorativa, definen qué es bueno y qué es malo. Los juicios son discutibles y dependen del observador que emite el juicio, normalmente los juicios hablan más del observador que los emite que del mundo exterior en sí. Sí tomamos el ejemplo anterior, esa misma frase la podríamos expresar con juicios diciendo: “eres un flojo y viniste trabajar vestido horrible”. Los juicios utilizados en este caso son “flojo” y “horrible”, palabras que son discutibles y su significado depende del observador, de hecho, no existe un significado específico que nos describa una verdad absoluta, son conceptos relativos.
La mayoría de los conflictos de las relaciones interpersonales nacen cuando hablamos con juicios y estos son confundidos y tomados por la otra persona como una afirmación, como si fuera una descripción de una verdad absoluta. Al conocer esta distinción pareciera conveniente, por su evidente beneficio, que en nuestras conversaciones deberíamos hablar por medio de las afirmaciones, para que no existan estas malas interpretaciones.
Ahora bien, ¿qué pasa con los juicio?, ¿será posible hablar sin juicios?  Por supuesto eso no es posible, debido a que como seres biológicamente emocionales los juicios son la base de nuestras vidas, inclusive nos da sentido de ella, en los juicios conseguimos el sabor de la vida. Por esta razón, los juicios siempre activan emociones en las personas, a diferencia de las afirmaciones que son neutrales y desligadas de las emociones. Cabe destacar que existen juicios positivos y negativos que, dependiendo de éstos, activarán una u otra emoción.
Nuestro gran reto es ser buenos “gerentes de juicios”, ya que como vimos anteriormente no podemos desprendernos de ellos. En definitiva, para evitar los conflictos, cada vez que emitas un juicio es conveniente fundamentarlo o justificarlo por medio de afirmaciones y cada vez que escuches juicios, haz tantas preguntas como sean necesarias para que la otra persona los fundamente de manera adecuada por medio de afirmaciones y se eviten las malas interpretaciones.
Ing. Andrés Villanueva

¿Tener mujeres en las empresas?

Son varias las razones por las cuales las empresas se benefician al contar con un número importante de mujeres trabajando en las empresas. Estas son algunas:


  • Contar con diversos puntos de vista, debido a experiencias, necesidades y estilos de vida, enriquece la visión de la empresa y la toma de decisiones.

  • Las mujeres pueden ayudar a generar mayor empatía con las necesidades de clientes y consumidores del mismo género.

  • Incentivar la diversidad entre los empleados, también trasmite un mensaje clave de aceptación y respeto  ante la diversidad de los clientes y consumidores.

  • Algunas competencias, más propensas en mujeres, pueden complementar las competencias gerenciales y de liderazgo de la empresa. Por ejemplo, el sentido de protección nos puede ayudar generar políticas que mejorar la calidad de los empleados y clientes.

  • Al tener mayores mujeres en la organización, se puede incentivar un mayor equilibrio entre lo laboral y lo personal, lo que generará empleados más productivos y un mejor clima laboral.


En conclusión, si se aprovechan adecuadamente las competencias de las mujeres, tanto como las de los hombres, las organizaciones se pueden beneficiar sustancialmente, bien sea para generar resultados más impactantes como para contar con un mejor clima organizacional.

Ing. Priscila Villanueva

No tengas miedo al cambio

En algunas ocasiones estamos tan cómodos haciendo lo que sabemos hacer que no nos atrevemos a dar el salto para salir de esa zona de comodidad. Aunque adoramos hacer otra cosa, nos da miedo arriesgarnos a probar. Nos da miedo pensar en la posibilidad de fracasar o simplemente asumir la incertidumbre. 

A veces, sencillamente, no queremos probar lo que representa el cambio. Lo natural es buscar el equilibrio y mantener el estado actual. Asomarse a lo desconocido puede generar temores y ansiedades. 

Podemos pensar en muchas excusas, todas muy válidas, para no atrevernos. Sin embargo, si realmente creemos que los beneficios de hacer lo que adoramos serán suficientes para asumir el riesgo de cambiar, entonces llegó el momento de tomar la decisión de enfrentar el cambio. 

Si lo que adoramos hacer nos genera mayor energía y nos motiva a ser cada día mejores, entonces es hora de evaluar qué emociones nos están deteniendo a dar el paso. ¿Cómo puedo enfrentar o superar esas emociones para realizar el cambio? 

Incluso, si todavía no estoy totalmente dispuesto a abandonar lo que realmente sé hacer, ¿cómo puedo poco a poco experimentar lo que me apasiona hacer? No necesariamente necesitamos hacer un cambio radical para pasar el switch. Puede ser un proceso donde le empezamos a dar mayor cabida a lo que nos gusta y le asignamos menor energía a lo que solemos hacer rutinariamente. 

Finalmente, también podemos preguntarnos: ¿cómo lo que estoy haciendo hoy en día me puede ayudar a potenciar lo que realmente adoro hacer? De esta manera, podremos integrar mejor lo que sabemos hacer con lo que adoramos hacer. En fin, podemos superar lo que nos está deteniendo y dedicarle más tiempo y energía a lo que realmente adoramos hacer.

Priscila Villanueva

Gente inteligente sin grandes resultados. ¿Por qué?


¿Por qué hay gente inteligente que no genera grandes resultados o cambios? ¿Por qué fracasan en sus propósitos?

En muchas ocasiones hemos conocido personas que consideramos excepcionalmente inteligentes, sin embargo, nos preguntamos por qué no han logrado el resultado esperado, o por qué no han alcanzado el cambio que se necesitaba generar, cuando tienen todas las herramientas cognitivas para realizar un trabajo extraordinario.

Pues, el manejo de las emociones es lo que hace la diferencia. Cuando percibimos señales de temor,  ansiedad, impaciencia, irritabilidad, ira o terror, se está alterando la química de nuestro cerebro colocándolo en alerta máxima. Entonces, cuando el cerebro genera esta alerta máxima, hace que se pierda la capacidad para manejar situaciones complejas. La inteligencia se eclipsa, se apaga.


Es así como las emociones interfieren de manera negativa en nuestro desempeño. Sin embargo, si aprendemos a reconocer nuestras emociones, entender sus causas, podemos canalizarlas de manera adecuada para que no apaguen nuestra capacidades cognitivas, más aún, para que podamos potenciarlas para mejorar nuestro desempeño y aumentar el impacto positivo en nuestro entorno.

Ing. Priscila Villanueva

Errores de los emprendedores


En muchas oportunidades tratamos de aprender de experiencias exitosas como si las pudiéramos replicar sin más consideraciones. 

De hecho, cuando analizamos el número de nueva iniciativas que se han tratado de llevar a cabo, encontramos una alta tasa de fracaso. 

Sin duda, estos casos son una gran fuente de donde podemos aprender grandes lecciones. En efecto, dentro de este contexto, se observa que estos son algunos de los errores que se comenten frecuentemente:



  • ·         No tener un objetivo claro. No tener definido el problema de los clientes que se va a resolver.
  • ·         Pensar que una idea o ilusión es suficiente.
  • ·         No tener un propósito o un para qué.
  • ·         No tener en cuenta las emociones. No revisar los obstáculos y lo que te frena.
  • ·         No creer en tus habilidades y tu potencial interior.
  • ·         Creer que te has formado suficiente y no hace falta invertir.
  • ·         No ser flexibles y no tener capacidad para adaptarse.
  • ·         Creer que puedes hacer todo tú y no pedir ayudar.
  • ·         No haber definido a tu cliente ideal.
  • ·         Depender demasiado del entorno y de lo que digan los demás.
  • ·         Procrastinar, no actuar.
  • ·         Desidia.
Ing. Priscila Villanueva

Tres pasos para conseguir un ascenso



1)    Prepárate para ejercer exitosamente un nuevo cargo

La educación formal es importante, pero no lo único. Evalúa tus capacidades en función del cargo que aspiras o las nuevas áreas que deseas explorar, no en función de tu cargo actual. Pon mucho énfasis en las necesidades de conocimiento para tomar decisiones, habilidades para tomar decisiones y relaciones claves que se requieren.

Identificar las áreas que el cargo requiere te ayudará a focalizar tus esfuerzos en el desarrollo de las habilidades y destrezas fundamentales. Además, es de suma importancia construir las relaciones críticas para el nuevo cargo, por ejemplo, con clientes claves, con proveedores importantes, con ejecutivos de la competencia, entre otros.

También asume mayores responsabilidades a las de tu cargo actual, a fin de tener la oportunidad de practicar las habilidades y destrezas que se necesitan para el nuevo cargo.


2)    Comprende el enjambre de poder de la empresa

Tener buenas relaciones con todos los niveles de la empresa es primordial, pero no suficiente para obtener un ascenso. Se requiere entender cómo es el proceso de toma de decisiones de la empresa y participar en él.

Entiende quién y cómo se toman las decisiones en la empresa donde trabajas. Conversar este tema con tu jefe y tus pares te ayudará a entender cómo es el proceso de toma de decisiones de la empresa, lo que te ayudará a aumentar tu influencia.

Hazte algunas hipótesis de cómo funciona la empresa y pruébalas cada vez que puedas. Esto te dará visibilidad y te preparará a asumir nuevos cargos con mayores responsabilidades. De esta manera, demostrarás que puedes generar cambios positivos importantes dentro de la organización.


3)    Demuestra tu aspiración

Demuestra tu aspiración de crecer dentro de la organización. Sé explícito y directo. No supongas que tu jefe o recursos humanos lo deben saber. Fomenta conversaciones donde puedas compartir tus aspiraciones de manera abierta. 

Ing. Priscila Villanueva

¿Deseas mejorar tu relación con tu jefe?

Si deseas tener una relación excelente con tu jefe, no es necesario que le rindas pleitesía. Al contrario, esa táctica puede ser contraproducente. Para mejorar tu relación con tu jefe sigue las siguientes recomendaciones:

       Conócete a ti mismo
El primer paso para mejorar la relación con cualquier persona es conocer tus propios puntos fuertes y débiles, y tu estilo personal. Para mejorar la relación con tu jefe también necesitas saber cuál es tu predisposición ante la figura de autoridad.

      Conoce y entiende a tu jefe
Necesitas hacer el máximo esfuerzo por conocer y entender las metas y objetivos que tiene tu jefe. También preocúpate por entender las presiones que puede estar teniendo.  Conoce sus puntos fuertes y débiles y comprende su  estilo de trabajo preferido.

      Encaja con sus necesidades y estilo
Después de conocerte y conocer las necesidades e inquietudes de tu jefe podrás encontrar puntos de encuentro con los que podrás hacer encajar las necesidades de ambos y te podrás adaptar más fácilmente a su estilo de preferencia y entender que puede o no ser de su preferencia.

      Satisface las expectativas mutuas.
Sé explícito con tus expectativas y mantenlas alineadas con la realidad. Busca que tu jefe sea explícito con sus expectativas. Busca satisfacer las expectativas de ambos.

      Sé Formal y honesta
Sé formal en el cumplimiento de tus compromisos. Además sé honesto, primero consigo mismo y luego con tu jefe. Esto te hará ganar la confianza de tu supervisor y de tus compañeros.

      Has buen uso del tiempo y los recursos
La organización siempre valora la buena administración de sus recursos. En este sentido, recuerda que el recurso más valioso que tenemos los seres humanos y las organizaciones es el tiempo. Tu jefe valorará todo lo que puedas hacer por administrar tu tiempo de manera eficiente. Sé breve, pero sustancioso cuando converses con su jefe. Tú mismo mereces tiempo para hacer otras actividades fuera de la oficina.

Ing. Priscila Villanueva

Tres tips para las mujeres: ¿Cómo tener éxito en el trabajo?

1) No te autolimites
Demuestra tu aspiración de crecer dentro de la organización. Sé explícita y directa. No supongas que tu jefe o recursos humanos lo deben saber. Fomenta conversaciones donde puedas compartir tus aspiraciones de manera abierta y adecuada. Es vital prepararse. Ciertamente la educación es importante, pero no lo único. También es trascendental demostrar que estás dispuesta a asumir mayores responsabilidades. Igualmente está atenta a escuchar activamente cuáles son las cualidades que posees y que son valoradas por la organización a fin de que las promociones. También necesitas estar abierta a escuchar las habilidades o destrezas que necesitas desarrollar o mejorar.

2) No tengas miedo de pedir ayudar
Rodéate de la mejor gente en todos los ámbitos de tu vida. Júntate con personas que estén dispuestas a apoyarte y ayudarte en tus proyectos personales y profesionales. Empieza por delegar las tareas de la casa en personas de confianza. No dudes en pedir ayudar. Si delegas en la persona adecuada, te ayudará a hacer lo que necesitas, incluso mejor que tú misma. Recuerda que no debes ser una súper heroína. Eres una mujer de carne y hueso que también necesita dedicar tiempo para el entretenimiento y el descanso.

3) Entiende el enjambre de poder de la empresa
Entiende quién y cómo se toman las decisiones en la empresa donde trabajas. Conversar este tema con tu jefe y tus pares te ayudará a entender cómo es el proceso de toma de decisiones de la empresa, lo que te ayudará a aumentar tu influencia. Hazte algunas hipótesis de cómo funciona la empresa y pruébala cada vez que puedas. Esto te dará visibilidad y te preparará a asumir nuevos cargos con mayores responsabilidades. De esta manera, demostrarás que puedes generar cambios positivos importantes dentro de la organización.

Ing. Priscila Villanueva

Oportunidades para liderar


Desarrollar las habilidades y destrezas de liderazgo es un proceso muy parecido a aprender a manejar bicicleta. No sólo hace falta saber algunos trucos, sino que es necesario practicar mucho e incluso caerse de vez en cuando.

Si bien el liderazgo es un proceso de aprendizaje individual, es primordial que las organizaciones lo asuman como pilar fundamental de la gestión del capital humano. Por lo general, las organizaciones, especialmente las pequeñas, prestan poca atención a la selección y formación de líderes. Si bien es importante contar con programas de formación de liderazgo, también es importante conceder a los integrantes del grupo la oportunidad de liderar.

Estimular ambientes para liderar no sólo se refiere a la actividad inicial de asignación para dirigir a un equipo, sino además se vincula al reto y a los desafíos que se presentan en el desarrollo de la carrera profesional. En este sentido, las empresas juegan un rol fundamental para facilitar las bicicletas, establecer las rutas y ponerle ritmo a las carreras.

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Con este equipo voy a la guerra?

Una manera muy fácil de evaluar la calidad del equipo de trabajo con el que se cuenta es hacerse las siguientes preguntas: ¿Con este equipo iría a la guerra? ¿Regresaríamos todos vivos? Estas simples preguntas nos pueden ayudar a evaluar muy rápidamente cómo está nuestro nivel de confianza, conflictividad, compromiso, responsabilidad y resultados, elementos fundamentales para contar con un equipo de alto desempeño.

En algunas oportunidades creemos que el enemigo lo tenemos en casa, pero no nos damos cuenta que estamos enfrentando un guerra, donde todos estamos del mismo lado. Si fuese así, todos deberíamos estar cuidando los intereses comunes en vez de estar pensando en sobrevivir por sí solos. Si no estamos seguros de que nos estamos cuidando las espaldas mutuamente, es muy difícil que se cuente con un nivel de cooperación productiva, que se asuman compromisos o que se asuman responsabilidades que nos generen los resultados planteados. 

Ciertamente, toma mucho tiempo construir confianza mutua, pero destruirla toma apenas unos segundos. Por ello, la confianza es la base fundamental para la creación de los equipos. El líder tiene la gran responsabilidad de generar y fomentar un ambiente de confianza entre los participantes del equipo, a fin de garantizar que pueden, metafóricamente hablando, ir a la guerra juntos y se sientan seguros de que regresarán todos vivos.

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Trabajo en equipo o manipulación?


Un día un amigo se me acercó y me comentó que su empresa estaba teniendo excelentes resultados, que todo su equipo hacía todo lo que él les pedía. Sin embargo, aunque nadie le había comentado nada concreto, él percibía que había una gran insatisfacción entre sus colaboradores. Me preguntó: ¿Será que a ellos los estoy manipulando demasiado?

Esa reflexión me recordó lo importante que es diferenciar el trabajo en equipo de la manipulación. Cuando se reúne a personas para utilizarlas en beneficio propio, ya no nos referimos a formación de equipos, es simple manipulación. La construcción de equipos consiste en contar  con  miembros que se benefician mutuamente al compartir sus metas. Deben ser motivados para que trabajen juntos, no manipulados por alguien para alcanzar su gloria individual.

Los miembros de un equipo deben recordar que la meta es más importante que su participación o la gloria individual que quisieran alcanzar. Para que un equipo desarrolle su máximo potencial requiere que cada jugador ponga a disposición del equipo sus talentos y esté dispuesto a subordinar sus metas personales al interés del equipo.

En este sentido, le recomendé a mi amigo que indagara acerca de las necesidades de sus colaboradores y si éstos realmente se sentían identificados con la meta en común, y si ésta generaba beneficios para cada uno de ellos. ¿Realmente están percibiendo un beneficio personal con la consecución de la meta común? ¿Realmente se están aprovechando sus talentos al máximo?

¿Y tu equipo? ¿Se siente motivado o manipulado? ¿Está percibiendo un beneficio personal con la consecución de la meta común? ¿Tu equipo está dispuesto a subordinar sus metas personales al interés del equipo?

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Qué nos impide trabajar en equipo?


Una compañía de consultoría realizó un diagnóstico acerca de la situación interna de cierta empresa. Uno de los aspectos que encontró que se debía mejorar estaba relacionado con la necesidad de incentivar el trabajo en equipo. Un gerente dijo: ¡Qué obvio! Entonces, la empresa empezó a comunicar la importancia de trabajar en equipo, pero nada cambió.

Se ha hablado mucho de la importancia que tiene trabajar en equipo. Es bien conocido que para hacer transformaciones fundamentales sólo se pueden realizar a través del invaluable aporte de muchas personas. Sin embargo, en la práctica no es tan fácil trabajar en equipo. ¿Por qué? ¿Cuáles son esas barreras que nos limitan la generación de resultados extraordinarios?

Una perspectiva de esta explicación reposa sobre nuestra autoestima. Por un lado, el ego nos puede jugar una mala pasada. Qué difícil es reconocer que no podemos hacerlo todo y que otras personas pueden hacer alguna actividad mejor que nosotros. La baja autoestima nos hace creer que tenemos que mantener nuestra apariencia de superhéroe y no reconocer que otros pueden generar contribuciones sorprendentes a un proyecto o a un sueño. Además, tener un sueño nos hace creer que es sólo nuestro y no podemos compartirlo con otras personas.

En este sentido, si bien las empresas pueden generar un ambiente que incentiva el trabajo en equipo, hacerlo implica una decisión personal. Por ello, cuando tengamos un gran reto frente a nosotros necesitamos recurrir a nuestra autoestima sana y equilibrada para apartar el ego de nuestro camino al éxito. De esta manera, podremos compartir nuestros sueños con otras personas, transformándolos en un norte compartido que invita a todos a contribuir desde sus talentos individuales a un objetivo común.

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Trabajar en equipo es lo mismo que trabajar juntos?


Recuerdo que hace algún tiempo, cuando tuve que realizar un trabajo en el cual participaba un gran número de personas, debíamos entregar un informe técnico en muy pocas horas. En consenso decidimos que la mejor manera de trabajar, de modo que todos participaran, era que cada uno realizara su trabajo individualmente y luego haríamos un ensamble del trabajo de todos. Debido a que el tiempo nos apremiaba comenzamos de inmediato y, por supuesto, cada uno terminó rápidamente y procedimos a hacer el compendio global.

Aunque entregamos el trabajo a tiempo, posteriormente me cuestioné la calidad del trabajo y el proceso de participación. ¿Cómo era posible que todos hiciéramos la misma actividad a la vez y que no hubiésemos discutido las conclusiones en conjunto? ¿Dónde quedó el proceso creativo? ¿Qué pasó con los posibles aportes de los talentos individuales? ¿Realmente el resultado final era lo mejor que podíamos hacer?

Esta experiencia me recuerda que a veces actuamos de manera automática y no en función de generar un resultado extraordinario. Muchas veces se cree que trabajar juntos es lo mismo que trabajar en equipo, incluso se cree que si todos hacemos la misma actividad juntos estamos trabajando en equipo. Sin embargo, esta concepción no es correcta, genera altos niveles de ineficiencia y frustración en los equipos.

Trabajar en equipo consiste en que cada individuo realiza una contribución desde sus talentos a un objetivo común, generando un mejor resultado que la simple suma de las partes. Ante todo, esto implica que el equipo tiene objetivos en común, claros y compartidos. En función de estos objetivos se establecen las actividades y los talentos necesarios.

La clave de éxito para trabajar en equipo radica en el respeto a la diversidad, ya que cuando tenemos talentos diferentes se pueden concebir contribuciones asombrosas en las diversas actividades necesarias, generando las sinergias necesarias para formar un círculo virtuoso de generación de valor.

En este sentido, es fundamental aclarar que el trabajo en equipo no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar una meta y los objetivos planteados.

¿Tu equipo está trabajando junto o en equipo?

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Qué me motiva a irme del país?


Cada día que pasa es más frecuente escuchar a las personas decir: “Me quiero ir del país…”, “Ya no aguanto más, me quiero largar…” y así sucesivamente. Algunas veces todo queda en comentarios y nada más, pero hay otras personas que han logrado materializar la acción de mudarse a otro país.

En los últimos meses me he dedicado a preguntar: “¿Por qué te quieres ir del país?”, y recibo respuestas bastantes comunes, tales como: “inseguridad”, “problemas económicos”, “ideales políticos”, “escasez de alimentos“, etc. Todas son respuestas válidas y respetadas para cada persona. Lo interesante de esta experiencia es haberme dado cuenta que, en la mayoría de los casos, lo común de estas personas es que están viviendo un proceso de crisis en algún aspecto de su vida personal, tales como: familiar, pareja, trabajo, vida social, finanzas, etc.

Yo recomendaría a estas personas que trabajaran sus crisis o fuentes de insatisfacción con su Coach de confianza, antes de tomar una decisión tan importante como es migrar a otro país. Esto evitaría el efecto “Maleta de Problemas”, pues muchas veces creemos que al cambiar nuestro entorno se resolverán nuestros problemas, pero lo que ocurre es que los problemas los trasladamos con nosotros a esos nuevos entornos.

Definitivamente hay muchos aspectos de un país que están fuera de nuestro control y muchas veces no se mueven como a nosotros nos gustaría. Sin embargo, tenemos bajo nuestro control otros aspectos propios de nuestras vidas, tales como nuestras habilidades, competencias, valores, pensamientos e inclusive uno de los más importante, nuestra propia felicidad. Estos aspectos no dependen de uno u otro país.

Considero que la decisión de estar en determinado país  está directamente relacionada con nuestra estructura de valores, por ejemplo, personas que le dan gran valor a ostentar de sus bienes materiales les será muy difícil la vida en un país con altos niveles de robo. Por el contrario, una persona que valora su desarrollo espiritual no le daría mayor importancia a la tendencia de la economía del país. Con estos ejemplos quiero mostrar que antes de tomar una decisión de migración a otro país es conveniente identificar nuestros valores.  La mejor noticia en este punto es que tenemos la posibilidad de reconstruir nuestros valores con el acompañamiento de un  Coach.

Considero que es conveniente identificar la principal motivación para tomar la decisión de migración a otro país. En mi opinión, la motivación debe estar relacionada con el aprendizaje, sentido de aventura y búsqueda de nuevas experiencias, pero no debe estar relacionada con nuestros problemas personales, ya que estos están bajo nuestro locus de control interno y los podemos afrontar en cualquier parte del mundo, pues en cualquier parte donde estemos los problemas personales estarán con nosotros. 

Con relación a los problemas de un país recomiendo que la persona identifique con su Coach su posición existencial con relación a su entorno. En mi opinión, considero que estos problemas son cíclicos y relativos a cómo cada persona los valora, motivo por lo cual no lo consideraría como un factor principal de motivación para migrar a otro país, ya que donde sea que estén se conseguirán con otros problemas equivalentes.

Como ciudadanos del mundo tenemos la libertad de pensamiento y para la restructuración de nuestro valores para obtener la paz y felicidad que todos buscamos. El camino del éxito depende de las acciones tomadas por cada uno de nosotros y no del entorno en la cual vivimos. Busca la solución adentro de ti y no afuera en tu entorno, mientras peor este afuera nos conviene estar mejor adentro.


Por Ing. Andrés Villanueva

¿De qué depende mi felicidad?


La Real Academia Española define la palabra “felicidad” como “estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien”. Sí analizamos esta frase encontramos que la felicidad estaría relacionada con la posesión de un bien, es decir, dependería de un evento externo a nuestras vidas. Entonces, me pregunto: ¿Los monjes tibetanos, que se liberan de toda posesión material para dedicarse a desarrollar su estado espiritual, no son felices?

En realidad, existen cientos de explicaciones acerca de la felicidad según sean las diferentes teorías del conocimiento humano que la sustentan, sin embargo, las investigaciones modernas han arrojado resultados sorprendentes que apoyan la idea de que la felicidad es un fenómeno interno al ser humano y no a eventos externos.

Desde el punto de vista ontológico, dado que somos seres lingüísticos que tenemos la capacidad de transformar nuestras percepciones del mundo, podemos hacer reconstrucciones de la forma como vemos el mundo que nos rodea a través del lenguaje, puesto que todo depende de nosotros mismo y no del mundo externo. Entonces, la felicidad queda a nuestra merced y completa responsabilidad, sin importa en el mundo que vivamos.

Martin Seligman, el padre de la psicología positiva, plantea que la felicidad está relaciona con las competencias que nosotros desarrollamos y explotamos a diario. Concepto que propone que la felicidad viene de adentro de nosotros como decisión y no de afuera de nosotros.

Por otra parte, es importante destacar la diferencia entre emociones y felicidad. Las emociones son reacciones biológicas a eventos externos y la felicidad es un estado de ánimo que nosotros decidimos adoptar en función a cómo percibimos al mundo externo.

Las emociones básicas son: Miedo, Amor, Rabia, Tristeza y Alegría. La felicidad no excluye el sentir estas emociones, ya que son reacciones propias de nuestra estructura biológica y, en términos de estados de ánimos, está relacionada con  la manera que nosotros le damos significado o valor a los eventos externos.  En definitiva las emociones no las podemos controlar a diferencia de la felicidad que sí está bajo nuestro control.

Por lo general, cuando preguntamos a las personas ¿qué es felicidad para ti?, las respuestas son completamente diversas, como por ejemplo: paz, tranquilidad, estudiar, jugar, compartir, etc. Las respuestas que se reciben a esta pregunta muchas veces representan las carencias de la persona.  Si el Coach ayuda a desenfundar adecuadamente estas respuestas, juicios, se logran identificar las fuentes de insatisfacción de la persona y permite comenzar con un proceso de reconstrucción lingüística para el cambio transformacional de la persona.

Por Ing. Andrés Villanueva

Los juicios hablan de mí.


La semana pasada iba subiendo en el ascensor del edificio donde vivo y me encontré con una joven pareja que venían hablando entre ellos y les escuché la siguiente frase: “…mi jefe es un incompetente, profesionalmente, por lo que no tiene el nivel para asumir el cargo que tiene…”, expresado con una corporalidad firme, voz alta, ceño fruncido y movimientos de las manos reflejando seguridad y certeza en la sentencia que había dicho.

Este episodio me dio pie para reflexionar en el tema de los juicios y la importancia que tiene en nuestras vidas. Recordé como los juicios dictan y nos dan sentido a nuestras vidas, conocido es que en los juicios está el sabor de nuestra existencia, sin nuestros juicios tendríamos una vida sin sentido. He aquí la importancia de entender este acto lingüístico.

Se define un “juicio” como la facultad del alma que permite distinguir entre el bien y el mal, o entre lo verdadero y lo falso. Desde el punto de vista ontológico los juicios son declaraciones que tienen la capacidad de cambiar o transformar mundos. En este sentido, los juicios juegan un rol determinante en los resultados que obtenemos como individuos, a nivel profesional, familiar y cualquier dominio en el cual nos desenvolvemos. 
  
La ontología de lenguaje nos brinda una mirada maravillosa sobre los juicios, el cual se basa en el planteamiento de que no existe una verdad o realidad absoluta. En efecto, los estudios realizado por el Profesor Humberto Matura, investigador científico que sentó las bases de la biología del conocer, han demostrado que el ser humano está determinado por su estructura, esto significa que nuestra realidad, tal cual como la percibimos, está dada por nuestra estructura biológica y no por una realidad externa como tal.

Al entender lo anterior, podemos afirmar que cada vez que emitimos juicios NO describimos al mundo externo, más bien describimos cómo nosotros estamos percibiendo al mundo. En otras palabras, usamos los juicios para describir nuestro propio mundo y no al mundo externo que como una realidad única no existe.

Traigo a reflexión este tema por su importancia e impacto que tienen nuestro juicios sobre los resultados de nuestras acciones diarias, motivo por el cual los invito a reflexionar acerca de cómo están gerenciando sus propios juicios, recordando que no describen a una realidad absoluta, sino más bien describen su propio mundo.

Hay una frase que se usa con frecuencia en el mundo del coaching: “No metas tus peces en mi pecera”, cada vez que emitas un juicio negativo sobre alguien, hazlo con afirmaciones para fundamentarlo adecuadamente.

Así entonces, en un caso similar al del ejemplo inicial de la joven pareja, más bien yo me preguntaría: ¿mi jefe es un incompetente o lo soy yo?


Por Ing. Andrés Villanueva