Ser líder: una decisión personal


Hace algún tiempo un amigo me comentaba que había sido nombrado representante de un importante grupo, pero no se consideraba capaz de representar adecuadamente los intereses del grupo. Él estaba seguro que sólo había sido seleccionado por su apellido y no por sus cualidades personales.

Justamente en la conversación con mi amigo recordé la película “Corazón Valiente” donde al principio el protagonista, papel ejercido por Mel Gibson, no le importaba la guerra que se estaba desatando a su alrededor, principalmente porque sus intereses no se estaban viendo afectados. Sin embargo, cuando descubrió que habían asesinado a su familia, asume un rol de liderazgo en toda la guerra. En este caso, ¿fueron las circunstancias las que lo llevaron  a asumir ese rol de influencia? Pues no, fue la decisión que tomó la que generó transformar sus circunstancias en una oportunidad para cambiar su realidad y la de los demás de una manera transcendental. Claro que tuvo otra opción, la de victimizarse y echarse a morir. Sin embargo, su decisión fue tomar todos los elementos del exterior y generar sinergias para generar un bien común.

Entonces, le comenté  a mi amigo: tú no decidiste ser elegido, pero ahora puedes decidir qué hacer con ese rol. Cuentas con todo el apoyo de quienes te escogieron, ¿crees que puedes hacer algo extraordinario por ellos? ¿Qué te impide hacerlo? Si necesitas ayuda, ¿qué te impide pedirla?

Ciertamente muchas veces no somos nosotros los que elegimos estar en un rol de liderazgo. Simplemente las circunstancias  nos llevan a estar en el lugar y el momento oportuno, sin embargo asumir el liderazgo es una decisión personal. Podemos aprovechar las circunstancias que nos llevaron a estar en este lugar, en ese momento, y transformarlas a fuerzas que sumen para la obtención de una meta común o simplemente rechazar la oportunidad y evadir.

En algunas ocasiones, los demás creen más en nuestras capacidades que nosotros mismos. También los miedos nos sabotean y nos inhiben a asumir las responsabilidades que conlleva asumir roles de liderazgo. ¿Acaso estas son limitaciones suficiente para evitar transformar la realidad? Claro que es más fácil evadir y no asumir las consecuencias de las decisiones. Es aún más fácil echarles la culpa a los demás por nuestros fracasos y el caos de nuestro entorno. Sin embargo, asumir roles de liderazgo exige valentía para dejar nuestras huellas en los demás. Por esto, ¡el liderazgo es una decisión totalmente personal!

¿Y tú? ¿Estás envuelto en alguna circunstancia donde estás siendo llamado a asumir un rol de liderazgo? ¿Ya decidiste asumir este rol o decidiste no asumir la oportunidad? ¿O ni siquiera te has dado cuenta que el entorno te ha puesto una oportunidad en frente?

Por Ing. Priscila Villanueva