Oportunidades para liderar


Desarrollar las habilidades y destrezas de liderazgo es un proceso muy parecido a aprender a manejar bicicleta. No sólo hace falta saber algunos trucos, sino que es necesario practicar mucho e incluso caerse de vez en cuando.

Si bien el liderazgo es un proceso de aprendizaje individual, es primordial que las organizaciones lo asuman como pilar fundamental de la gestión del capital humano. Por lo general, las organizaciones, especialmente las pequeñas, prestan poca atención a la selección y formación de líderes. Si bien es importante contar con programas de formación de liderazgo, también es importante conceder a los integrantes del grupo la oportunidad de liderar.

Estimular ambientes para liderar no sólo se refiere a la actividad inicial de asignación para dirigir a un equipo, sino además se vincula al reto y a los desafíos que se presentan en el desarrollo de la carrera profesional. En este sentido, las empresas juegan un rol fundamental para facilitar las bicicletas, establecer las rutas y ponerle ritmo a las carreras.

Por Ing. Priscila Villanueva

¿Con este equipo voy a la guerra?

Una manera muy fácil de evaluar la calidad del equipo de trabajo con el que se cuenta es hacerse las siguientes preguntas: ¿Con este equipo iría a la guerra? ¿Regresaríamos todos vivos? Estas simples preguntas nos pueden ayudar a evaluar muy rápidamente cómo está nuestro nivel de confianza, conflictividad, compromiso, responsabilidad y resultados, elementos fundamentales para contar con un equipo de alto desempeño.

En algunas oportunidades creemos que el enemigo lo tenemos en casa, pero no nos damos cuenta que estamos enfrentando un guerra, donde todos estamos del mismo lado. Si fuese así, todos deberíamos estar cuidando los intereses comunes en vez de estar pensando en sobrevivir por sí solos. Si no estamos seguros de que nos estamos cuidando las espaldas mutuamente, es muy difícil que se cuente con un nivel de cooperación productiva, que se asuman compromisos o que se asuman responsabilidades que nos generen los resultados planteados. 

Ciertamente, toma mucho tiempo construir confianza mutua, pero destruirla toma apenas unos segundos. Por ello, la confianza es la base fundamental para la creación de los equipos. El líder tiene la gran responsabilidad de generar y fomentar un ambiente de confianza entre los participantes del equipo, a fin de garantizar que pueden, metafóricamente hablando, ir a la guerra juntos y se sientan seguros de que regresarán todos vivos.

Por Ing. Priscila Villanueva